Monday, February 15, 2010

Ante la gente tenebrosa



a Maika / Tati / Sagasuko
a Carlos Daminsky y Javier Monroy

Hay, no sólo artistas que, después de todo,
son sólo los intérpretes del fenómeno,
hay vecinos, hombres y mujeres
comunes y corrientes, que vagan
por mundos de tinieblas,
que se han quitado las máscaras
de los símbolos verbales de personas
y me parecen signos vivientes en vigilia
de aquellos materiales más puros,
menos infectos por las ansias de conflictos.

En sus mundos de compleja autonomía,
miran cosas que acá, entre los aromados normales,
los sabios de la logicidad y el civismo
no queremos ver, creemos que somos luminosos
(que la Razón es la única vía y que, en el sueño
de racionalidad, somos los jacobinos redentores,
los movidos por la Buena Voluntad, el amor
a la patria, a los grandes ideales de futuro);
pero ellos, quienes vagan por grutas de tinieblas,
los mansamente subversivos en las sombras,
de plano que se dieron cuenta de que somos
por el contrario, devoradores, ovejas que no tiene piel
de carneros, sino de hienas velando
la carroña, lobos hambrientos que se incentivan
al ataque y, siempre es el más débil,
la cría, la semilla del futuro, su víctima.

Siempre es la hembra más hermosa,
la juvenil e inocente, siempre es el inocente
que, por desprevenido e inmaduro,
le puedes engañar y vender mota,
e ilusionarlo con consumos y temeridades
que lo harán una víctima, o un temible delincuente,
mara para tu grupo, hampón para tus cuadrillas
de asaltadores en el ARMY, o en cualquiera
sea el operativo de las agresiones.

2.

Pero yo veo a los que vagan
en esos mundos de vampiros, deseosos
de dar el beso que extraiga la sangre de la eternidad.
Veo los ojos de fuego que me parecen
los de Hefesto, despojado de la cordura del Olimpo
y echado a sufrir en los infiernos y sus ojos,
llenos de chispas, son artesanales,
no están llagados por mala voluntad:
sus miradas sólo revelan las forjas del quehacer
en que viven, solitariamente, en el submundo
de sombras; esos ojos de los que vagan
elaboran la hermosura donde otros la impiden.
Necesitan esas Sombras / de Umbra /
para redescubrirse.

Allí, en esa luz que no se observa,
parecen monstruos; pero es que la verdadera Tiniebla
(luz que está más cerca de la llama, luz negra)
es la más creativa; luz para los valientes,
los honestos, los puros, los que voluntariamente
se meten en la muerte para saberla vida,
continuidad de un rayo.

En sus mundos tenebrosos, casi todo es andrógino,
allí el anymus es claro: la mujer lo anhela
y lo proteje en sí. Ella se pone un pene y dos testículos
de energía; ve a través de ellos,
y el ánima, es el la mujer escondida
del varón que la admira, y él se agujera
el ombligo y se hace la clotis
y busca más abajo, entre las piernas
(con el deseo de cobijar a su criatura desde la matriz
de un ansia fecunda y hermosa).

Entonces, el varón es materno y la fémina,
guerrera y son amantes, magos en las tinieblas.
Deja de haber lo Tuyo y lo Mío.
Se vuelven universales, interconexos.
Cesan las acusaciones. Queda sólo
lo Bello, la síntesis, lo mutuo.
El Bien y el Mal ya no es prejuicio
ni entelequia. Es sabiduría
compartida.

3.

Las mujeres de la superficie,
aquellas que no van y se internan en su arquetipo
(la tenebrosa sombra, vampiresa),
en su sociedad de razón convencionalizada
son tan inseguras, irritables, gritonas,
chismosas y, por débiles, viene el salvaje
armado de pretextos y les da mil patadas,
se las lleva de putas, las embriaga de consumos
y de ilusiones baratas, las arrincona,
las insulta, y le da su ideología de amor
y de feminidad y, por fortuna, si acaso
hallaran la puerta de escapada,
el infierno las salva, sí, huyen y se meten
en ese en sí profundo, signo auténtico de ser,
que se llama la Umbra, allí es
donde vuelven a ser las guerreras,
defensoras de todo lo que anhelan,
allí su espacio nutricio
y su dicha.

4.

¡Qué bueno que yo tengo
mi entradita al carajo sublime,
al coño maravilloso del infinito! me gusta ir,
gozar el paseo, que me larguen allá lejos,
donde no molesto y nadie me molesta,
donde puedo ser
el demonio que soy,
o el ángel...
¡Qué maravillosa la Naturaleza es!
que le hizo un boquete en la tierra a mi ser
y me dio así mi templo,
¡qué sabio es Dios o el Diablo
que me dio la Sombra, y este lado emocional
e instintivo que se llama el Anima,
la hembra en mí, diablesa deliciosa,
madre verdadera debajo de mi corteza,
encima de mi lenguaje,
o mis zonas de Broca!

Yo no podría ser feliz ni anarquista
ni libre en lo más mínimo sin la voluntaria manía
de meterme en la Sombra, en lo profundo
de mi bestia y ver que no lo soy,
que mi Creador es justo y me hizo casa
como buen marido / o padre rico /
ante esta parte insatisfecha de mí mismo
donde vuelvo a ser ángel
y habitante del submundo y decir a Hefesto,
el feo, el cojo, el arrojado,
«padre divino, házme una pulsera
para el pie, una cadena de oro
y amárrame a tu lado,
quiero vivir contigo
para siempre».


02-04-2006 /
Teth, mi serpiente

___

¿Hay una belleza como forma absoluta? / Profecía de la cautividad antillana

2 comments:

.:Maika:. said...

Dios, Carlos, esto ha sido una especie de epifanía advertida pero no presentida.

Suena usted ligeramente distinto (¿o será mi imaginación?). Hablo acerca de lo puramente lírico, es como si ahora sintiese su pasión tras las líneas, la convicción con la que escribe (lo he sentido siempre), pero más densudo, menos encriptado...quizás es sólo que hoy me siento -especielmante- animada hacia la poesía.

Creo que hay cosas que no entiendo, y quizás jamás entienda, pero sí entiendo que para sabernos, necesitamos, algunos, a veces, pisar la más profunda oscuridad de los infiernos. ¿Cómo saber lo que no somos salvo si no nos reconocemos en ello? ¿Cómo saber que fin se persigue, si no se desafía aquello que se teme? Entonces sí, a veces, para saber que la Luz es el ÚNICO sendero, hace falta pisar lo bajo, lo desafortunado, y saberse simple, y saberse nada, la nada de un algo que es eterno. Es entonces cuando no importan las opiniones, o las apariencias.

Lamentablemente, aún son meros chapuzones de momento, como sumergirse sin control en un Mar Sereno, y despertarse luego sabiendo que ha sido un sueño (pero aún los sueños tienen sus razones, sus simbologías, sus mensajes, y, por ende, su realidad).

Existen etapas de lucha, y etapas de descanso, y creo que, esta lectura es algo que noe speraba, hoy...simplemente, entiendo.

Gracias, caballero López Dzur...siempre, siempre gracias por su Luz.

.:Maika:. said...

Por cierto, se me olvidaba....esa imagen es PERFECTA, si hubiese podido elegir una para su texto, habría optado por la misma.