Tuesday, December 16, 2008

Apertura del mitopoema / Behaviorismo espartano



Yo te abriré, mitopoema,
porque estás más allá
del habla caprichosa.
De estas murallas secas
donde la gente come
vidrio moral y escupe lajas.

Yo sí creo en el Jardín
con manzanas de núcleos medulares e ígneos.
Rehuyo fiambre de tejones y espejismos.
Seré, por tanto, revendón.
Solazaré mis dedos por tus grietas.
Escrutaré los grumos, tus espinas,
o tus colores más bellos,
hasta decir:
¡Existes!
y te encuentro.

A corte de machete,
dividiré las horas del presente
y objetivos que guardaste dentro de la pepa.
Cantaré, cuando el sol se despida,
a la pulpa blanda como el vientre,
como el alma que se echó desnuda
por las calles...

Habrá objetivos ante los que no diga
son míos,
Hortalizas son prohibidas por ahora.
Las dejaré crecer y madurar para mí,
pues son sustancia para otros ojos
que me llevan ventaja, ojos de Erimanto.

Varones que han sembrado más
(que tu hermosura han visto y permanecen
ávidos, avizadores y no importa
si ciegos; el ciego ve mucho más
que el bizco ilota, idiotizado,
porque no vive en queja y goza en su memoria).

Sus gargantas ya conocieron la amargura,
y ya estabas tú inserta en estrofas del origen,
porque fuíste primitiva, originariamente:
¡Toda deseo, lista para él, pese al miedo,
con voluntad sobreviviente!

Eras el principio desatado del bíos,
forcejeo con los mitocondriones
y desbordamiento, ¡Ibris! de Afrodita.

¡Fruta que vieron ayer, Tu Desnudez,
y ellos queriéndola morder
sin la usanza de golpes de pecho
y lamidas frívolas y ascos y ñáñaras,
fruta del Todo, y que pocos han conocido!

¡Los pioneros de tus devociones, sí!
Ellos tomaron las bayas
del placer infinito, vainas de la delicia
!

08-02-1997
/ Memorias de la contracultura: Indice



Behaviorismo espartano

No. La madre no sospecha que actúa de policía. La madre ignora, a pesar de ser ella quien ha dado la orden, que no castiga al niño por haber desobedecido la 'orden', sino porque hay que corregir la ¡personalidad! a tiempo. ¡La madre es el primer siquiatra y el más peligroso, porque hace de la ternura una terapia!: Iván Silén

¿Qué o quiénes compondrán mis tuercas
(si no voy al siquiatra, o el siquiatra es Mr. Hoover)
ni creo en terapias de aversión,
por no temer a nada?

Ni la muerte me bautiza ni me salva,
yo concluyo.
Al contrario, me cura los espantos,
me conmueve.

¿En qué engrama se acostará
el mejor proceso de mi química
para que se descanse mi animal humano,
sea lo que sea, después
que como Erectón, mármol de tiempo,
estuve impropiamente en pie,
dócil, obediente, rigurosamente colocado,
en las cariátides del mundo?

¿Pedirán que siga siendo el Fidei Defensor
o es, para mí, que se instaura el Servicio Militar
(obligatorio para que sea el mandato
de los war-hawks y comandantes de butaca?

08-03-1997 /
Memorias de la contracultura: Indice

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